2014-11-05 MIEDO AL
CAMBIO
Nueva carta a mi vecina,
por su respuesta a mi escrito sobre DERECHAS E IZQUIERDAS.
Querida vecina, me dices
en tu carta que “Ahora aparecen nuevos
partidos que pretenden dar un vuelco a todo un sistema complejo, y que para cambiarlo
hay que modificar la Constitución”. Un
follón en definitiva.
Pero
veamos; si los principios que proclaman y proponen los movimientos éticos,
incluido Podemos, son: RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS, TRANSPARENCIA, STOP A
LOS DESAHUCIOS, LEY ANTI-CORRUPCIÓN, LISTAS ABIERTAS, SEPARACIÓN DE PODERES,
RENDICIÓN DE CUENTAS, ETC. Las personas que están en contra de Podemos y de los
movimientos éticos, están a favor de la corrupción, la opacidad, el enchufismo,
la justicia politizada, el saqueo, las puertas giratorias, la privatización, las
tarjetas black, etc. están a favor de los partidos de la casta.
Te
digo, querida vecina, que el problema no es cambiar el modelo de gobierno. Lo
que necesitamos es una regeneración política y de los políticos. Quitar los partidos
que han permitido y practicado la corrupción, tenemos que desterrar la
“Escopeta nacional” y toda la casta que nos está sangrando. Y para regenerar la
granja ¿pondremos al lobo y al zorro como capataces?
Por
otra parte, creo, que la mayoría de votantes, mejor dicho, los que ahora aun
tienen intención de voto por los partidos de la casta, siguen fieles a esos
partidos, es porque los conocen, les ofrecen continuidad, mantienen el orden
establecido, aunque estén llenos de
corruptos y sus leyes sean injustas para la mayoría social. (El
apartheid o la esclavitud también tenían un orden establecido, y no por eso se
puede decir que ese orden era justo). El voto a la casta es el voto del
inmovilismo y del desprecio hacia la mayoría social, mientras ellos salven su
parcela de intereses, no quieren cambios. TIENEN MIEDO AL CAMBIO. Prefieren la
injusticia, los desahucios, las tarjetas black, la opacidad, y tantas otras
fechorías. Antes que abrir su mente a la regeneración y los nuevos principios
éticos. Que tampoco son tan nuevos y sabemos el resultado que están dando en
países como Dinamarca, Suecia, Noruega, Islandia, etc.
Y mira, vecina, te pongo
un ejemplo más ameno. Imagínate que te marchas a vivir a otro lugar durante
cuatro meses y en tu casa se queda una persona de tu confianza. Tú la dejas
encargada de mantener la casa, de vigilar, de reparar si hay algún pequeño
deterioro. Etc. Y una vez te has marchado, esa persona invita a varios amigos a
una fiesta en tu casa, los amigos se sienten bien y se quedan varios días, como
tienes una buena despensa, van tirando de ella. Total que al final se quedan
todos a vivir en tu casa. (Como los pretendientes en la casa de Penélope
mientras Ulises estaba fuera). Además te roban y malvenden lo que pudieras
tener de algún valor. Y tú, que vuelves antes de lo previsto, te encuentras que
tu casa está "hecha unos zorros". A ver qué haces con los ocupas y
cómo recompones la casa. Como no tienes la "barita mágica", no puedes
hacerlo de golpe. Tendrás que hacerlo poco a poco y con cautela, por pasos.
Primero: expulsar a los
ocupas (véase Casta) está claro.
Segundo: coger una gran
bolsa y empezar a llenarla de basura e inmundicias y tirarla. (Véase corruptos,
chupópteros, cargos de confianza, etc. etc.).
Tercero: hacer balance
de los deterioros y de la situación, ver lo que se puede salvar y averiguar las
cosas que faltan y las que hay que hacer de nuevo.
Y así, poco a poco, irás
recomponiendo tu casa, hasta que puedas darle una capa de nueva pintura, poner
floreros, colgar cuadros e invitar a tus amigos a tomar un té o un café.
En el caso de un país,
hay que pensar que cuando cambia el gobierno, no cambian los técnicos y
funcionarios del estado; los médicos, los maestros, los policías, los jueces,
siguen haciendo sus tareas. Son ellos los que realmente hacen el trabajo. El
político sólo tiene que establecer prioridades, tomar decisiones y mandar
hacerlas. Claro, y establecer las condiciones legales, de transparencia y de
funcionamiento para que eso no vuelva a suceder. Incluso, estableciendo las
normas para que si él, el político, el administrador nombrado de entre y por
los ciudadanos, no hace bien su trabajo o se corrompe, que los ciudadanos de
este país, podamos destituirlo, sin esperar a que pasen cuatro años.
PABLO RODRÍGUEZ GUY.
http://rodriguezguy-reflexiones.blogspot.com.es/
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